La fiesta comienza el 16 de enero, a las ocho de la mañana, con una merienda, a base de chocolate y ensaimadas en casa de l’obrer. Después, con los músicos, que ya han degustado el moscatel y el mesclat, inician un pasacalles por todo el pueblo acompañados de la emblemática y celebrada pareja de demonios, símbolos de la maldad y la tentación humanas. Por la tarde, en completas, se leen fragmentos de la vida del santo y se cantan las canciones propias de la fiesta. Por la noche, rodeados por las hogueras que se disponen en toda la villa, se reúnen cantadores y cantadoras que deleitan a la concurrencia con canciones populares (gloses).